La he hecho en versión tarta para todos y en versión "yogur", la podéis meter en tarros de cristal y llevároslo de postre al campo, vamos, que a parte de ser fácil es versátil y cunde bastante.
La receta es sin gelatina, por lo que es una tarta super cremosa y no tiene un sabor "fuerte" a queso. Es un éxito de receta, además hay que hacerla de un día para otro, por lo que si tenéis una cena o barbacoa... podéis dejar el postre hecho el día anterior y así menos cosas que hacer. Vamos que es la tarta perfecta :)
He estado apunto de llamarla tarta de queso para vagos, jejeje, yo estaba vaga el otro día y por eso la hice, pero en este caso "vago" es un adjetivo positivo, así al lío y a hacer esta tarta cremosa de queso.
Tarta de queso fría
Ingredientes:
Un bote de leche condensada pequeño (370 gr)
750 ml de leche
100 ml de nata para montar
200 gr de queso crema (philadelphia)
2 sobres de cuajada (royal, cada sobre tiene 12 gr)
2 cucharadas de maizena
3 huevos
Mermelada (yo he utilizado de arándanos, pero podéis usar la que queráis)
Medio paquete de galletas tipo "digestive".
Poner la leche condensada con la leche, la nata y el queso en una cacerola, poner a fuego medio y remover bien, cuando empiece a estar caliente, añadimos la cuajada y la maizena, seguimos removiendo hasta que empiece a hervir, cuando rompa a hervir, removemos constantemente durante unos cinco minutos, o cuando veáis que ya esta espesita la mezcla. Se retira del fuego y añadimos los huevos uno a uno, removiendo bien. Y ya está la crema de queso hecha.
Si os quedan grumos, batir con la batidora cuando aún esté caliente la mezcla.
En un molde ponéis la base llena de galletas, vertéis la mezcla de queso y dejáis enfriar unos 5 minutos, cuando en la superficie de la tarta haya como una capa "dura", se hecha la mermelada que queráis, o si queréis podéis poner fresas frescas,
Dejáis que se temple a temperatura ambiente y metéis en el frigo, cuanto más tiempo mejor, pero mínimo 8 horas.
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