Se me ocurrió la receta en el super cuando vi los champiñones enormes y fue amor a primera vista, así que llegué a casa y me puse al lío con la receta. Si vosotros no encontráis champiñones tan grandes, no pasa nada, lo podéis hacer con los champiñones normales, o con otro tipo de seta que se llama "portobello" que suelen ser grandecitas.
Es una idea de primer plato buenísima para una cena especial, y si los hacéis pequeñitos los podéis hacer de acompañamiento para carne o pescado. Además los podéis congelar, yo prefiero siempre freír todo y congelarlos una vez fritos, luego para descongelarlos los meto en el horno en frío, pongo el horno a 200ºC y así se van descongelando poco a poco y siguen estando crujientes. Aunque podéis congelarlos sin freír y freírlos cuando queráis.
El champiñón se queda "aldente" y le da un toque aún más crujiente al plato, lo podéis acompañar con una ensalada de rúcula.
Champiñones rellenos fritos:
Ingredientes:
1 diente de ajo
1 cebolla pequeña
150 gr de setas congeladas
50 gr de mantequilla
50 gr de harina
100 ml de vino blanco (opcional, si no tenéis podéis echar en vez de vino 100 ml más de leche)
300 ml de leche
8 champiñones grandes o muchos pequeños ;)
Sal
Pimienta
Pizca de nuez moscada
Pizca de tomillo
Pizca de salvia (si no encontráis podéis echar un poco de romero)
1 huevo
Harina
Pan rallado
Aceite para freír
Picamos el ajo y lo sofreímos en una sartén, añadimos la cebolla picada y sofreímos, cuando esté la cebolla transparente echamos las setas congeladas, dejamos que se evapore todo el agua que sueltan.
Mientras se hacen las setas, vamos limpiando los champiñones y picando los troncos de los champiñones. Reservamos.
Cuando se haya evaporado el agua de las setas, echamos los troncos de los champiñones picados y sofreímos. Salpimentamos y añadimos las hierbas aromáticas, echamos todo en el vaso de la batidora y trituramos un poco la mezcla. Reservamos.
En la misma sartén donde hemos hecho las setas, echamos la mantequilla y la harina, dejamos que se cocine un poco la harina y añadimos el vino blanco primero y luego la leche, removemos bien con las varillas, añadimos la mezcla de las setas y dejamos que hierva todo junto un par de minutos.
Rellenamos los champiñones como os enseño en la foto y dejamos que se enfríe un poco la mezcla. Si los champiñones son pequeños podéis rellenarlos con una manga pastelera para tardar menos, eso sí dejar que se temple la mezcla de las setas para no abrasaros.
Una vez fría la masa, cogemos tres cuencos, en uno echamos el huevo, lo batimos con un poco de agua para que sea más fácil de empanar. En otro echamos harina y en otro pan rallado. Pasamos nuestros champiñones primero por harina, luego por huevo y por último por pan rallado, pero para que se queden aún más crujientes lo mejor es volverlos a pasar por huevo y por pan rallado otra vez.
Una vez empanados los freímos hasta que estén bien dorados.
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