martes, 10 de marzo de 2015

Sopa de tomates asados con trufas de queso chèvre

Hoy una receta facilita, incluso se puede decir que son dos recetas, porque los "curruscos" que he hecho, lo podéis hacer como aperitivo, o como acompañamiento a ensaladas, para darles un toque especial.


La sopa me parecía tan fácil, que me daba "vergüenza" no hacer nada más, así que me saqué de la manga las trufas de queso chèvre, utilicé este queso porque es muy fácil trabajar con el y porque su sabor va genial con la sopa de tomate.


La sopa de tomates asados es muy fácil de hacer, es diferente a las sopas a las que en España estamos acostumbrados, pero aquí se come mucho, y se suele acompañar con huevos cocidos y pan.
Yo he hecho mi versión y he asados los tomates para darle un sabor más caramelizado y más potente a los ingredientes.


Es una sopa muy fácil y no lleva nada de trabajo, es perfecta para una cena o como primer plato, los ingredientes son muy baratos y fáciles de encontrar, así que animaros a hacerla, que en mi casa ya es un clásico ;)

Sopa de tomates asados con trufas de queso chèvre:
Para la sopa:
480 gr Tomates en lata (aquí son dos latas de tomates pera)
400 ml del zumo de tomate en el que vienen los propios tomate
200 ml de agua
1 cebolla mediana (unos 125 gr)
3 dientes de ajo
2 cucharadas de aceite de oliva
1 cta de sal
1 cucharada colmada de azúcar moreno

Precalentamos el horno a 250ºC
Con ayuda de un colador, separamos el líquido en el que viene los tomates de los tomates. Aplastamos bien los tomates con una cuchara para quitar todo el zumo que podamos, cuando más zumo saquemos de los tomates, menos tardaremos en asarlos.
Reservamos todo el zumo de los tomates.

Echamos los tomates en una fuente para el horno, añadimos los dientes de ajo sin pelar (así evitamos que se quemen) y la cebolla pelada y partida en cuadraditos grandes. Mezclamos y añadimos el aceite, la sal y el azúcar moreno, volvemos a mezclar y metemos al horno unos 30-40 minutos, cuando veáis que están asados todos los ingredientes, con ese colorcillo que caracteriza a los asados.

Vertemos los tomates asados, la cebolla y los ajos (ahora sí, pelados) en una cazuela, echamos el zuma de tomate y el agua y trituramos con la batidora. Calentamos un poco la sopa y lista para servir.

Para las trufas de queso chèvre:
150 gr de queso chèvre
30 gr de avellanas (es opcional, podéis utilizar almendras)
30 gr de kellogs (tipo corn flakes)
1 huevo
2 cucharadas colmadas de harina

Con el robot de cocina o en un mortero machacamos las avellanas y los kellogs, no muy fino, tiene que tener cachitos, así nos darán más textura a la hora de freír.

Con el queso bien frío, recién sacado del frigorífico, hacemos bolas, las pasamos por harina- huevo- harina- huevo y la mezcla de corn flakes y avellanas, sí, no me he equivocado, dos veces por harina y dos veces por huevo y las vamos metiendo en el frigorífico.
Una vez que tengamos nuestras trufas rebozadas las freímos en aceite, tardan segundos, nada, es super rápido, así que tener cuidado porque de verdad que se tarda nada de nada.
Las podéis hacer sin freír y en vez de pasarlas por harina-huevo- mezcla de korn flakes, las pasáis sólo por la mezcla de korn flakes y listo.

 

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